Ir al contenido principal

Biopoder, necropolítica y necroestética

 


La teoría de la “necropolitica” del filósofo camerunés Achile Mbembe (n. 1957), se basa en la obra de Michel Foucault (1926-1984), en especial en su crítica de los conceptos de “soberanía” y sus relaciones con la “biopolítica”, Ia guerra y el “biopoder”, desarrollados en el último capítulo de La voluntad de saber titulado: “Derecho de muerte y poder sobre la vida”; al igual que en los planteamientos de Giorgio Agamben (n. 1942) esbozados en su libro Homo sacer: el poder soberano y Ia nuda vida .

 

Mbembe y la necropolítica

Mbembe plantea en su ensayo titulado Necropolítica, la hipótesis de que Ia soberanía reside ampliamente en el poder y Ia capacidad de decidir quién puede vivir y quién debe morir.

Para el filósofo africano hacer morir o dejar vivir constituyen los límites de Ia soberanía, es decir, se convierten en sus principales atributos: “La soberanía consiste en ejercer un control sobre Ia mortalidad y definir Ia vida como el despliegue y Ia manifestación del poder.” (Mbembe, 2011, p.20). 

Con esta redefinición de lo que es la “soberanía”, se toma distancia de las consideraciones tradicionales que se dan en la ciencia política y en las relaciones internacionales, en donde se ubica tradicionalmente Ia “soberanía” ‘en el interior de las fronteras del Estado­nación y/o exclusivamente en el campo de las instituciones.

Con ello, Mbembe describe la situación de los países que fueron víctimas del colonialismo, lugares en los cuales un poder difuso, y no siempre exclusivamente estatal, instauró una “economia de la muerte” en sus relaciones de producción y poder, porque sus dirigentes ejercieron —y siguen ejerciendo— su autoridad mediante el uso de la violencia, y se han otorgado el derecho a decidir sobre la vida de las poblaciones, es decir, han impuesto los límites de Ia “soberanía” de acuerdo con sus caprichos.

Para Mbembe las formas contemporáneas de sumisión de la vida al poder de la muerte (política de la muerte) reconfiguran profundamente las relaciones entre resistencia, sacrificio y terror.  Además, las nociones de política de Ia muerte y de poder de Ia muerte, reflejan los diversos medios por los cuales, en nuestro mundo contemporáneo, las armas se despliegan con el objetivo de una destrucción máxima de las personas y de la creación de mundos de muerte, formas únicas y nuevas de existencia social en las que numerosas poblaciones se ven sometidas a condiciones de existencia que les confieren el estatus de muertos-vivientes. Su ensayo subraya también algunas de las topografías reprimidas de Ia crueldad (plantación y colonia, en particular) y sugiere que el poder de Ia muerte nubla las fronteras entre resistencia y suicidio, sacrificio y redención, mártir y libertad. (Mbembe, 2011, pp. 74-75).

También se alude en Necropolitica a la cosificación del ser humano propia del capitalismo, que explora las formas mediante las cuales las fuerzas económicas e ideológicas del mundo moderno mercantilizan y reifican (cosifican) el cuerpo, lo convierten en una mercancía más, susceptible de ser desechada, contribuyendo a aniquilar Ia integridad moral de las poblaciones. Las personas ya no se conciben como seres irreemplazables, inimitables e indivisibles, sino que son reducidas a un conjunto de fuerzas de producción fácilmente sustituibles.

Por tanto, Ia necropolftica podria definirse como una suerte de "contrabiopoder" ligado, sin duda, al concepto de necrocapitalismo, tal y como lo entiende Sayak Valencia en su ensayo Capitalismo gore; es decir, al capitalismo contemporáneo, que organiza sus formas de acumulaci6n de capital como un fin absoluto que prevalece por encima de cualquier otra lógica o metanarrativa.

 

Necroestética

Lo estético se puede asumir, de manera "epistemológica", como el campo de lo sensible, lo afectivo y lo corporal donde inicia nuestra relación con el mundo, se trata, por consiguiente, de una de las condiciones iniciales y necesarias para que se dé el conocimiento. Señala el ámbito o espacio de la sensibilidad, y se puede decir que está a medio camino entre el mundo y los sentidos, entre el objeto y la afectividad. No es un espacio ni subjetivo, ni objetivo. Se entiende que el uso de este término, desde esta perspectiva, es una herencia kantiana. Por supuesto, rebasa el uso más extendido en el lenguaje ordinario, según el cual la estética atañe exclusivamente a una disciplina sobre la belleza y el arte, porque también señala la sensibilidad y las atmósferas espaciales y temporales inmediatas.

Por otra parte, y ligado a esta defiinición, surge el concepto de necroestética acuñado por Achille Mbembe, el cual se refiere a la estética de la muerte y la violencia en el contexto del poder político contemporáneo. Mbembe argumenta que, en la era del biopoder, el poder no solo busca controlar la vida, sino también la muerte, y que la muerte se ha convertido en un instrumento de poder político y económico.

La relación entre biopolítica, necropolítica y necroestética revela cómo el poder estatal y las prácticas culturales interactúan para regular y representar la vida, la muerte y el sufrimiento en la sociedad contemporánea.

Tanto G. Agamben como A. Mbembe se inspiran en Foucault, pero desarrollan sus propias ideas sobre el biopoder y la relación entre poder y muerte. Agamben, por ejemplo, en su obra Homo Sacer, explora el concepto de "vida desnuda", es decir, una vida que ha sido excluida de los derechos políticos y convertida en mera materia biológica susceptible de ser sacrificada en nombre del Estado.

Mbembe, por su parte, en su obra Necropolítica, analiza cómo el poder contemporáneo no solo busca controlar la vida, sino también decidir quién vive y quién muere, creando así zonas de muerte o "necroespacios" donde la vida humana pierde valor y se vuelve desechable.

En resumen, tanto Foucault, Agamben y Mbembe exploran cómo el biopoder opera para controlar y regular tanto la vida como la muerte, y cómo esta relación entre poder y muerte da forma a nuestra comprensión del poder político contemporáneo.

 

BIBLIOGRAFÍA

Agamben, G. (2017). Homo sacer. El poder soberano y la vida desnuda. Buenos Aires: Adriana Hidalgo.

Foucault, M. (2007). Historia de la sexualidad 1. La voluntad de saber. Ciudad de México: Siglo XXI.

Mbembe, A. (2011). Necropolítica. Santa Cruz de Tenerife: Melusina.



Por: Rodolfo Wenger C.

Entradas más vistas

La experiencia estética; características y definiciones

Keith EDMIER Sunflower , 1996.  (Acrílico y polímero, 333 x 107 x 66 cm). La experiencia estética constituye una experiencia ‘autotélica’, es decir, una experiencia que contiene una satisfacción y finalidad en sí misma, a diferencia de la experiencia práctica que busca la utilidad, el beneficio; la teórica , que tiene ante todo un interés cognoscitivo; o la de implicación personal , que depende estrictamente de las vivencias y los intereses individuales, en los que se involucra la historia personal, y que -por ello- es difícilmente compartible con otros. Puede ser definida como un modo de encuentro con el mundo, con los objetos fenómenos y situaciones ya sean naturales o creados por el ser humano, que produce en quien lo experimenta un placer, un conjunto de emociones y un tipo de conocimiento que puede considerarse de tipo estético (atención activa, apertura mental, contemplación ‘desinteresada’ , empatía…). Según M. Beardsley ( Estética: Historia y fundamentos )

Signos: definición, clasificación y su relación con las imágenes

Un signo como unidad de sentido consta básicamente de tres elementos relacionados entre sí: el referente u objeto referido (que puede ser real o imaginario), el significante correspondería al aspecto material del signo, y el significado es aquello que se manifiesta por ese hecho material, y que asumimos como algo que existe en nuestro pensamiento.  Para estudiar el significado habría que estudiar los contenidos del pensamiento, pero estos no serán significados hasta que no se incorporen a los significantes, a esas entidades materiales que nos remiten nuevamente al pensamiento.     Joseph Kosuth.. Una y tres sillas , 1965. (Instalación que consta de una silla, su imagen y su definición del diccionario). De acuerdo con ello, podemos hacer una clasificación de las seis principales clases de signos:     CLASIFICACION DE LOS PRINCIPALES SIGNOS UTILIZADOS EN LA SEMIÓTICA CONTEMPORÁNEA [1] Categoría Definición Ejemplo

Las categorías estéticas; definición y breve clasificación

Man Ray, Objeto indestructible , 1923. Partiendo de la definición aristotélica de que las categorías son las condiciones bajo las cuales el logos (lenguaje y pensamiento) se refiere al ser y los entes, discriminando y especificando sus rasgos fundamentales. Y que — en términos epistemológicos — , las categorías pueden definirse como principios de inteligibilidad de lo que consideramos como real, o los conceptos supremos a partir de los cuales el discurso articula la comprensión de «lo real».  Las categorías estéticas son los conceptos articuladores que permiten clasificar el ámbito o dimensión de lo estético que caracteriza a las distintas experiencias sensibles que puede vivenciar un ser humano al enfrentar situaciones y objetos que le motivan a emitir «juicios de gusto» o «juicios estéticos». Siendo el gusto [i] —a su vez—, la capacidad o facultad de discernimiento estético. Son los términos que utilizamos cuando emitimos juicios estéticos, es decir, cuando realiz

La Estética relacional de N. Bourriaud

La "estética relacional" o "arte relacional", término concebido por el teórico y crítico Nicolas Bourriaud (n. 1965) caracteriza y distingue el arte de los años 90s de aquel de los decenios anteriores, en particular, sobre el modo en que el sistema de las artes procesó tres coyunturas: el nuevo contexto sociopolítico tras la caída del muro de Berlín en 1989; el nuevo ambiente tecnológico con la difusión de las computadoras personales y el desarrollo de internet; y la propia tradición de las artes visuales en el siglo XX, que incluye: la crítica institucional, el cuestionamiento de la oposición artista-espectador, el llamado “giro conceptual”, la importancia de las reproducciones, copias y citas, y la tendencia de las artes a salirse de sus límites en busca de una reunificación con la “vida”.La génesis de este concepto se produjo a partir de la observación de un grupo de artistas con los que Bourriaud trabajó desde principios de los años 90, y su propósito

Cuando Homero Simpson se convierte en artista

  En un capítulo de la serie animada de TV Los Simpson titulado originalmente Mom and Pop Art, Mamá y el arte de papá en España y Arte de mamá y papá en Latinoamérica; episodio 19 de la 10ª temporada, emitido originalmente el 11 de abril de 1999, escrito por Al Jean y dirigido por Steven Dean Moore; y en donde Isabella Rossellini y el artista Jasper Johns fueron los invitados especiales; se pueden abordar varias temáticas ligadas al arte contemporáneo de manera muy graciosa, pero también -a la vez- muy filosófica si se quiere. Este capítulo en sí mismo podría ser considerado una obra de arte.  La sinopsis del capítulo puede ser la siguiente: Marge le dice a Homero que hay muchas cosas que él podría hacer los sábados en el jardín. Homero decide seguir sus consejos y va con Bart a un negocio de artículos de construcción, llamado La Ferretería de Mamá y Papá. Allí, Homero ve un asador (barbacoa) para armar y lo compra, convencido de que sería capaz de hacerlo él mismo. Cuando