Un signo como
unidad de sentido consta básicamente de tres elementos relacionados entre sí:
el referente u objeto referido (que puede ser real o imaginario), el
significante correspondería al aspecto material del signo, y el significado es
aquello que se manifiesta por ese hecho material, y que asumimos como algo que
existe en nuestro pensamiento.
Para estudiar
el significado habría que estudiar los contenidos del pensamiento, pero estos
no serán significados hasta que no se incorporen a los significantes, a esas
entidades materiales que nos remiten nuevamente al pensamiento.
Joseph Kosuth..Una y tres sillas, 1965. (Instalación que consta de una silla, su imagen y su definición del diccionario). |
De acuerdo
con ello, podemos hacer una clasificación de las seis principales clases de signos:
CLASIFICACION
DE LOS PRINCIPALES SIGNOS UTILIZADOS EN LA SEMIÓTICA CONTEMPORÁNEA
[1]
Categoría
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Definición
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Ejemplo
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SEÑAL
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Es un signo que mecánica (naturalmente)
o convencionalmente (artificialmente) provoca alguna reacción en un receptor.
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Una exclamación como: vete!
El cambio de luz de un semáforo
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SíNTOMA
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Es
un signo compulsivo, automático, no arbitrario, en el que el significante se
une al significado a la manera de un enlace natural.
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La
sudoración provocada por el dolor o el temor. "El origen de la
antropología moderna fue un síntoma del colonialismo.
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íCONO
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Un
signo es icónico cuando hay una similitud topológica entre su significado y
su denotado (referente). Se puede clasificar a su vez en: imágenes, diagramas
y metáforas.
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Imágenes
(un retrato, una fotografía, una filmación). Cualquier aparato que funcione
con base en la analogía (un termómetro o un velocímetro analógicos).
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íNDICE
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Un
signo es indexical cuando su significante es contiguo a su significado, o es
una muestra de él.
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Huellas,
rastros de un animal o de un ser viviente. Señalar con un dedo
"aquí", "allí".
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SíMBOLO
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Signo
sin semejanza ni contigüidad, en el cual se da un vínculo convencional entre
su significado y su de notado (referente), además que se da una clase
intencional para su designado.
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La
Torre Eiffel es el símbolo de París.
Un
emblema. Un escudo.
Una
palabra (signo verba!).
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NOMBRE
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Es
un signo que tiene una clase extensional para su designado.
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Un nombre propio.
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Las
denominaciones de: signo, significado, significante puede ser reemplazadas por las
de: función, semiótica, expresión y contenido respectivamente, refiriéndonos
a la terminología planteada por Louis Hjelmslev.
Cuando un código relaciona elementos de un sistema transmisor (expresión) con elementos de un sistema transmitido (contenido) se produce la significación a través de la aparición de una función semiótica. Y siempre que existe una correlación de este tipo, reconocida por una sociedad humana, existe signo. Las implicaciones de este planteamiento son interesantes, porque nos aclaran que el signo no es enteramente una entidad física, este sería solamente su plano expresivo; y, además nos plantea que el signo no es una entidad semiótica fija, sino un lugar de encuentro de elementos independientes que proceden de sistemas diferentes y que se asocian a través una correlación codificada transitoria, la cual depende de la comunicación y de la existencia de un código, como conjunto de reglas que permiten generar signos en determinados contextos.[2]
Cuando un código relaciona elementos de un sistema transmisor (expresión) con elementos de un sistema transmitido (contenido) se produce la significación a través de la aparición de una función semiótica. Y siempre que existe una correlación de este tipo, reconocida por una sociedad humana, existe signo. Las implicaciones de este planteamiento son interesantes, porque nos aclaran que el signo no es enteramente una entidad física, este sería solamente su plano expresivo; y, además nos plantea que el signo no es una entidad semiótica fija, sino un lugar de encuentro de elementos independientes que proceden de sistemas diferentes y que se asocian a través una correlación codificada transitoria, la cual depende de la comunicación y de la existencia de un código, como conjunto de reglas que permiten generar signos en determinados contextos.[2]
De lo
abordado pueden extraerse algunas consecuencias de interés para relacionarlas
con las imágenes:
- Las imágenes -considérese como ejemplo el caso de las fotografías- aunque pueden funcionar como índices y símbolos son esencialmente signos icónicos, porque operan por analogía con aquello que representan dado que existe una semejanza topológica entre su significado y su referente.
- Al intentar definir una imagen visual (también existen otro tipo de imágenes, v.gr., sonoras, olfativas, etc.), podemos afirmar que, al igual que todo signo, opera por sustitución, es la presencia de una ausencia, la cual es representada sobre un soporte material, con el fin de interpelar visualmente con sus formas, texturas y colores la función semiótica de quien la observa.
- Una teoría de la imagen presupone una teoría del significado, que nos remite a los sistemas culturales en los cuales se construyen los sentidos y significados. Pero, a la vez, hay que tener en cuenta que la representación de las imágenes se da por medio de operaciones materiales, perceptivas y reglas gráficas y tecnológicas.
- Para la semiótica, la imagen puede estudiarse como función semiótica, esta función establece la correlación entre el plano de la expresión y el plano del contenido, los cuales a su vez se pueden subdividir en: materias de la expresión (colores, líneas, puntos, espacios), formas de la expresión (la configuración iconográfica de cosas o personas); las cuales se relacionan con las materias del contenido (contenido cultural propiamente dicho) y las formas del contenido (las estructuras semánticas de la imagen).
- La lectura de una imagen es una relación que se da básicamente entre tres: su productor(a), el texto icónico y su lector(a), tratándose ante todo de un proceso de decodificación por parte de este último(a).
Por: Rodolfo Wenger C.
[1] Esta clasificación está basada en los planteamientos
de: SEBEOK, Thomas A. (1996). Signos: una
introducción a la semiótica. Barcelona: Paidós.
[2] Cfr. ZUNZUNEGUI,
Santos (1995). Pensar la imagen.
Madrid: Cátedra, (colección: Signo e Imagen). Apud. ECO, Umberto (1977) Tratado de semiótica general. Barcelona: Lumen, p.
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