Chistopher Baker, Hello
World! or: How I Learned to Stop Listening and Love the Noise.
(Video Instalación
compuesta
de 5000 videos de diarios personales
accesibles
en Internet).
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En su libro Postproducción (2007), el teórico Nicolas Bourriaud se planteaba interrogantes acerca de la creación artística, señalando que:
La pregunta artística ya no es: “¿qué es lo nuevo que se puede hacer?”, sino más bien: “¿qué se puede hacer con?”. Vale decir: ¿cómo producir la singularidad, cómo elaborar el sentido a partir de esa masa caótica de objetos, nombres propios y referencias que constituye nuestro ámbito cotidiano? De modo que los artistas actuales programan formas antes que componerlas; más que transfigurar un elemento en bruto (la tela blanca, la arcilla, etc.), utilizan lo dado.
Se trata de apoderarse de todos los códigos de la cultura, de todas las formalizaciones de la vida cotidiana, de todas las obras del patrimonio mundial y hacerlos funcionar. Aprender a servirse de las formas, apropiárselas y habitarlas.
En el caso del “apropiacionismo radical” de gran parte de la estética digital actual (que se caracteriza por estrategias de mezclas, de “remix” digital) esto se realiza también a partir de ciertos valores que involucran una postura de resistencia cultural.
El “remix” digital es una forma de fusión, de integración, de sedimentación, una forma de navegación o deambulación inquisitiva por un mar de imágenes disponibles; muy parecida a la actitud de un DJ, que activa la historia de la música copiando/pegando trozos sonoros, poniendo en relación productos grabados
A la manera de un semionauta, de un surfista que navega en la web (web surfer), que se inventa itinerarios a través de la cultura, muchos artistas de hoy intentan habitar activamente las formas culturales y sociales.
La creación se identifica así con diferentes formas creativas de absorción, de asimilación, a través de un gran número de acciones basadas en la reelaboración de material visual preexistente: mezclar, integrar, fusionar, derivar, filtrar, alterar, etc.
Porque, si bien el artista crea desde una posición de receptor más que de propiamente creador, al apropiarse, mezclar y digerir en sus obras distintas imágenes que transitan a su alrededor no lo hace en los términos esperados por los intereses a los que esas imágenes trataban originariamente de satisfacer. El artista consume imágenes para sus obras, pero no como mero receptor pasivo, no se trata de un consumo irreflexivo, sino de lo hace realizando operaciones con ellas, sometiéndolas a la crisis de la recontextualización.
Tal como lo hace, por ejemplo, el fotógrafo Joan Fontcuberta (1955), quien ha estado, desde el principio de su trayectoria artística relacionado con una preocupación por la fotografía como vehículo para la perpetuación y generación de discursos de poder y autoridad.
Fontcuberta se “apropia” de estos discursos para cuestionarlos y reproduce sus mecanismos para demostrar lo arbitrarios y, en muchos casos, perniciosos que resultan, porque está convencido de que la construcción ideológica está tan inserta en nuestra concepción de la realidad, que debemos ponerla en duda de manera radical.
Por ejemplo, en Googleramas (2005-2007), Fontcuberta presenta una serie de imágenes compuestas, a su vez, por otras imágenes. Para realizarlas utiliza un programa gratuito de fotomosaico disponible en Google, con la diferencia de que él elige las palabras que serán utilizadas para seleccionar las fotografías, a partir de conceptos asociados a lo que él llama "imagen fuente".
La búsqueda, selección y colocación de las imágenes para formar esta "imagen fuente" es realizado en una misma operación por el programa de fotomosaico, utilizándolas según su luminosidad y color como si de píxeles se trataran. Así, la imagen de la última cena de Leonardo Da Vinci tiene como motor de búsqueda la palabra "paz" en 86 idiomas diferentes.
Fotomosaico de Joan Fontcuberta de la última cena de Leonardo Da Vinci. |
Así, una
imagen muy conocida de la Historia del Arte es compuesta por miles de pequeñas imágenes, al modo de
la técnica milenaria del mosaico. Con ello se confronta al espectador acerca de la delgada línea que separa lo real de lo ficticio, lo verdadero de lo
falso, la certeza de lo azaroso. Y de cómo se relacionan las imágenes con las palabras (por lo cual, sin saberlo, seguimos dependiendo de una cultura logocéntrica).
En el siguiente video se documenta el montaje de la exposición de Fontcuberta Datascapes de 2009 en la University Park, Nottingham, Inglaterra.
En el siguiente video se documenta el montaje de la exposición de Fontcuberta Datascapes de 2009 en la University Park, Nottingham, Inglaterra.
Por: Rodolfo Wenger C.
Referencias
BOURRIAUD, N. (2007). Postproducción. La cultura como escenario: modos en que el arte reprograma el mundo contemporáneo. Buenos Aires: Adriana Hidalgo.
MARTÍN PRADA, J. (2009). “Sampling-Collage” Revista EXIT, pp 120-143.